viernes, 20 de abril de 2012

La muerte y la quietud

Me diste el pie
me hiciste caminar
y al llegar
me encontré con una inscripción en la arena:
no hay patria ni traición

pero yo recordaba
pertenecer a una tierra húmeda
aunque yo no sabía lo que era la humedad
mis recuerdos ilustran
el sol quemando los asfaltos


es la sombra de mi recuerdo
la mas fiel de mis mentiras
es el presente
la mas ordenada y disimulada
improvisación
es tu presencia
falso ideal de la visión
motor de mi ansiedad

ya da igual
empezar por el final
arrancar por la mitad
o ir hacia atrás

la quietud
nos persigue
con su mas funesta piel de gallina
haciéndonos mover
olvidando quizás
el apagón
imaginando quizás rayos y centellas
o la sonrisa de una muchacha andando en bicicleta