miércoles, 13 de agosto de 2014

Recuerdo julio


Se dibuja un semblante en el recuerdo
bajo el sol de la mañana
que atraviesa de costado un inmenso ventanal
La claridad de sus ojos me recuerda al olor de la madera

Me resulta imposible describir que es lo que hacíamos allí
Describir es mentir, lo sabemos bien
Pero en este momento me siento presionado
A desmenuzar lo que pasó

Con estos dedos que han vivido poco
y que envidian a los ciegos
Durante estos minutos que avecinan
no hay nada más para decir
esta nocturna sensación de pensar que existo sin ningún motivo
de preguntar qué harán las aves en la noche

me gusta imaginar
sus últimos pensamientos antes de dormir
el momento justo de entrar en la vigilia
en el que salta ese tapial

las yemas de mis dedos recelan lo que aprendieron
cuando bailaban en la suave osadía de la piel
en ese no poder dormir, y ese que nada importe

Gritos

¿y si lloraste al escucharla por primera vez?
reminiscencia del sufrimiento
apoteosis de los viejos pasares
agitada incertidumbre del presente
a la sombra del improvisador
si hilvana el pasado y el presente
el hilo de Ariadna hacia la muerte


abrir los ojos si importar esta mentira
subyugar todos los conceptos
si el mundo miente hay que mentirle mas fuerte
gritarle más fuerte
y no hay grito privilegiado
ni llorares mas bellos
por que en estado ideal del éxtasis
ya no hay contemplación
todos gritan para el lado ciego del universo
todos gritan por su propia causa
¿
Y si lloraste al escucharla por primera vez?
entonces súmate al griterío
el toco madera de una locura improvisada
que es como la lluvia

domingo, 9 de junio de 2013

El cuatro sublevado

En pleno artilugio de su respirar
emánense los verbos sublevados
remolinean en las ásperas piedras
exageran sus valores y ríen de sí mismos

Plegarse sobre lo expresado
Cómo si destilaran los recuerdos
para retorcerse en simulacros
de agonías de Dionisio

De cuatro en cuatro
dividen y mutilan
un todo nebuloso
separan matas en la tierra blanda
                                   en los cercanos recuerdos

La copa de palabras se ha volcado
que sobre tela seca aun respiran
ellas, kamikazes
puede dar muerte o nacimiento






Del árbol al pájaro de fuego

¿Cómo creer en su muerte?
sí al colapsar su copa estalló en luz rojiza
y el aire se ablandó
las aguas internas estallaron
en vapor dulce y lombrices cocinadas
Se quemó por mirar un trompo feminal sobe las piedras
desde el diván, siendo un voyeur
ocultábase del ojo solar
una piromanía interna agotó el aire
dando vida a un pájaro de fuego
seducido por serpientes rojas y pardas
Del árbol al pájaro de fuego
de la proximidad del barro
a la imagen de un bosque cocinado
que congrega sobre su éter
aves caprichosas
violáceas, verdosas , naranjas y amarillas
fermenta el bosque y nace el vino de las aves.


sábado, 1 de junio de 2013

Quién era ella




         Por azar, o eso que se dice destino llegué mas temprano a casa, debido a que de forma inexplicable ese jueves a la tarde había un tráfico propio de un pueblo del interior en un día domingo, la ciudad cosmopolita se las traía de una tranquilidad sospechosa o, -pensaba yo- de una serie de sorpresas extravagantes. Llevaba entre mis manos las bolsas con las cosas para una cena entre nosotros, tan buscada y postergada que cada cosa que cargaba entre mis manos se traducía en su mirada. Entré al living, ella no estaba, entré a la cocina, dejé las cosas sobre la mesa, ella no estaba en la cocina, siento música que viene del pasillo a los dormitorios, con las manos vacías y mi mente llena de ansiedad recorro el pasillo vacío, abro la puerta de nuestro dormitorio, ella no estaba. Pero tras esa ventana de la habitación que daba al patio del fondo, difusa por el mosquitero veo su figura danzando, con la luz tenue de la lámpara que se mese entre su cuerpo. Le grito, ella no responde, salgo de la pieza, vuelvo al pasillo y salgo al patio, ella: danza con una música tan familiar para mi que en ese momento me resultó desconocida, ella danzaba, tenía una mirada hacia adentro aunque sus ojos parecían mirar todo y no mirar nada, se movía con la sutileza de una serpiente o como si fuera un invertebrado o criatura no estrictamente humana y sin embargo muy hermosa y muy distante al mismo tiempo, sentí que por vez primera que era ella, ella, que no estaba para mí, ella no estaba, había entre nosotros una separación abismal donde por mas que yo gritara palabras, alaridos, ofensas, gritos desesperados o amorosos ella nos respondería por que no se puede ignorar lo que no existe. Ella danzaba sin parar en una circunferencia del suelo muy pequeña y yo sentado tras varios minutos y horas entendí que ella ya no era. Ahora no sé si ella no estaba, o si en su danza era la única y real presencia, pero esa presencia inspiraba miedo y tuve una reminiscencia a mi niñez, cuando por vez primera vi un perro nocturno con ojos brillantes aullando, sin saber él que estaba yo detrás contemplando a través del reflejo del espejo de una auto sus ojos brillantes y el vapor de su hocico. Ese recuerdo me llevó a la cama a querer dormir, al otro día amanecí con ella entre mis brazos, con la normalidad de todos los días, con el tráfico corriente propio de una ciudad cosmopolita. Pasaron pocos días desde que sucedió ese fenómeno, ese no sé qué, esa escena del baile en el patio de casa, pasaron pocos días y le pedí que nos separemos y así fue, no sin ella sorprenderse, y yo sin explicarle a ella, por supuesto, mis motivaciones infantiles para no estar más con ella, aduciendo los motivos más corrientes que se dan en separaciones. Ella ya había dejado de estar, esa tarde de tranquilidad, pero todavía no logro estar seguro de eso, y ya no sé si me importa mucho saber si ella estaba o si ella no era.




viernes, 31 de mayo de 2013

Desmesuradas ansiedades

Si pudiera calcular la obertura de los párpados
un entreabierto perfecto
que sometiera tu imagen
a una difusión sutil por las pestañas
y la mermada luz sobre tu semblante
que me amenace y me consuele
a correr o a quedarme
Si pudiera interponer una cortina
entre nos
en un campo sin brisa
palparte a través de ella
e imaginar colores según texturas
que dibujan y desdibujan sobre mis yemas y falanges
e irritan la imaginación de mis palmas
caprichosas de consuelos
Si calculara la mesura de todo esto
si supiera hasta donde llegan estas sogas
dejaría de hacer esto ya mismo
pero el no saber nada invade mis dedos
que someten su ritmo a la memoria
a los claros oscuros del pasado
anacrónico, reciente, arcano, evidente
huérfano del tiempo y el espacio
no quiero medir la distancia del deseo
ni enseñar todo, ni mostrar poco

Mañana espero en la neblina
o en la humareda de velas apagadas
un semblante que recapitule la semana
un acordeón a la distancia
o un apagón y carcajadas

miércoles, 29 de mayo de 2013

Poema para tres


Rezar puede quemar
acto de fé
consagración de la basura urbana
que hoy fue vida
en la duración de un corto caminar
los tengo todos reunidos
desde armar el mate hasta buscar a los cuerpos duros
hoy se canaliza lo privado, lo solitario
y ya no se cuida
Los tintos desniveles
cuerpos texturados me arrastra
¿Qué puedo esperar del espacio?

domingo, 26 de mayo de 2013

Adoquines de noche

En ese instante miré hacia atrás
y en esa calle reinó la soledad
centenares de adoquines
respiraron paz
el caucho y el humo dejaron de violarlos
por vez primera para mí y para ellos
el nocturno éter se nos reveló
respiramos la húmeda revelación de un instante inesperado
las hormigas dejaron su trabajo
la puta de la esquina encontró una paz que el cigarrillo no le daba
éramos todo y eramos uno
Todo lo que era tal ya no era
el humano en mí dejó de ser una íntima soledad
la piedra dejó de ser adoquín
la mujer dejó de la esquina ser una mercancía
las hormigas dejaron de ser obreras
Era un instante sin lugar en este tiempo
era un espacio sin dirección
Éramos


Ondulación

Se han terminado las baldosas
un paso mas
y serás incertidumbre
el fin de las garantías

No interrumpas ese abismo
ese instante de pánico
aunque desmayado siempre caerás hacia adelante
te desprenderás de enano pesado y tosco
que en el lecho húmedo y viejo de  tus hombros duerme
entrarás al bosque del fauno
y treparás en las lianas con la liviandad de una avispa
fecundará la lluvia tu tierra seca

Observa tu rostro como se deforma en al agua agitada
imita su danza
muévete por siempre

Y no olvides que dormir
no es quedarse quieto
¿Quién si no, interpretará los sueños?
Poeta y lascivo de las flores y las aguas
de la noche y las cuerdas
Nunca impidas que respiren en tu nuca







Sobre las aguas

Parado en la piedra del amanecer eterno
yo fijaba mi mirada en el epicentro de tu danza acuática
nadabas en un lago de serpientes
al son de Ludwig Van
mi roca cada vez mas chica
la corriente cada vez más fuerte
el agua cortaba mis pies
y las uñas se me desprendían
pero con la tranquilidad relativa
de saber que no hay otro final si no el desastre

Ya no queda lugar donde tallar otra vez tu nombre
y siempre es legal escribir encima
ya mis brazos se disolvieron en la espuma del éter nocturno
mis piernas quedaron undidas en el fango
mi tórax alimenta los intestinos de la gigante ave de rapiña
mi cabeza en un frasco
adorna el sótano de mi mejor enemigo

Pero mis ojos siguen en pie
saltando en la pequeña roca
a la son de Ludwig Van
te admiran
te vigilan
te ríen
te lloran
te admiran, te admiran

La música y el baile llegan a un final que no quiere terminar nunca
los instrumentos se tocan solos en el bosque
que se instalaron a un costado del mar
se congregan en auspicio de una fuerza oculta
invisible para el cosmos
pero tan real para mis ojos
como los es tu danza

Estallan las aguas por cada movimiento
la bruma se revuelve el la tormenta de las trompetas
danzas cada vez más ligero
no logro discernir tus piernas del Allegro
ya no puedo razonar
te admiro
te vigilo
te río
te lloro
te admiro, te admiro

Adoración a la tierra



Ya no sé si me gusta tanto
pre visualizar la luz del día que se viene
Pediría un consejo a la tierra húmeda y blanda
apoyaría mi cara rígida sobre ella
sentiría marchar a las obreras
solaparía mi oreja al techo de los gusanos
escucharía atento su sabiduría
húmeda y fría
la tierra
en su vida plenitud y oscuridad
donde la vibración mecánica es la única claridad
de la tierra que nunca calla
movimiento sutiles, los hay
Cómo el suspiro, pequeño
en el acto de amor de un coito inapropiado
Ahora puedo decir qué
el consejo fue recibido
y acto pagano de recostar mis cachetes en el suelo
fue consumado
al final no llego a recordar una sola palabra
es como sí los símbolos
fermentaran
y en su alcohol pegajoso
me perdiera
y solo recordara de la tierra
su canción, mi accidente
Ya no sé si me gusta tanto
pre visualizar la luz del día que se viene

viernes, 20 de abril de 2012

La muerte y la quietud

Me diste el pie
me hiciste caminar
y al llegar
me encontré con una inscripción en la arena:
no hay patria ni traición

pero yo recordaba
pertenecer a una tierra húmeda
aunque yo no sabía lo que era la humedad
mis recuerdos ilustran
el sol quemando los asfaltos


es la sombra de mi recuerdo
la mas fiel de mis mentiras
es el presente
la mas ordenada y disimulada
improvisación
es tu presencia
falso ideal de la visión
motor de mi ansiedad

ya da igual
empezar por el final
arrancar por la mitad
o ir hacia atrás

la quietud
nos persigue
con su mas funesta piel de gallina
haciéndonos mover
olvidando quizás
el apagón
imaginando quizás rayos y centellas
o la sonrisa de una muchacha andando en bicicleta


lunes, 5 de marzo de 2012

Fuego azul

En la noche
móvil solitaria
el regalo prometeico 
no encierra
con nosotros 
con el tiempo
en la noche fueguina
ellos se presentan:
extensiones del fuego oscuro

Un espejo
en la tenue visibilidad
una figura desconocida
se presenta: 
mi mejor enemigo
frío calor
en oposición 
el cristal estalla
pero está quieto
mi cuerpo se incendia

El fuego
azul y oscuro
en mis arterias
una cárcel lo custodia
pero el fuego se escapa
se disfraza de llama ardiente
en su escape no queda nada
y al volver a mi razón
todo está igual que antes

Una sutil flama
azul oscura
en el centro del abismo
no hay viento
no hay oposición
solo su propia y única
extinción 



viernes, 9 de diciembre de 2011

Del insomnio

Traté de dormir, de buscar paz, solo encuentro demonios y bataolas con destajo de vientres de hombres que nacidos de otra forma podrían ser pintores, ganadores de récord con la ciruela mas grande del mundo, padres de familia de los que se escribe un libro y sin embargo nada es malo en el sueño nada está mal, nada está bien, la paz mental se desdibuja de significado y siento las arterias por estallar, la cama se agita con el latir del corazón que resuena al invadirse de un recuerdo incómodo de una realidad que nunca existió, tratando de canalizar tanto desorden en sujetos y predicados articulados con una lírica que trata de encausarse en la simple comunicación con otra finitud que se expresa recibiendo. Creo que debo abandonar la búsqueda de la paz --aunque mañana esté sobrio en la normalidad de la rutina que es el cáncer de esta sociedad de hombres potencialmente creadores-- que es un infinito imaginario, ya no sé lo que busco, solo creo estar agarrado a algo, con mi mano izquierda que es la menos fuerte, algo viscoso, tal vez la extremidad de un monstruo marino.


Palabra para naides

¿A quién le escribo en esta red del desinterés? A nadie y a todo, a la Academia de mi propia estupidez que fornica con mi ignorancia, que no se cuida y que nacen hijos deformes que abortados viven igual pero sin desarrollarse del todo. Mi cabeza se desplaza con tal velocidad que tengo que correr con mis piernas para ver su silueta que raudamente se escapa a varias cuadras en la diagonal, figurándome que los pensamientos están afuera, ¿donde se esconde el surrealismo?.
Pasan los días en esta pensión rodeada de vicios, de drogas y prostitución, alcohol y desvío de las tristes realidades. Ea! que tristeza es ver la condición humana en mi y en los otros y mis palabras deformes son todo lo que tengo mostrando solo una parcialidad de mi perversión mental siempre calculada para los fines mas mundanos, triste e irónica por que van de la mano es a veces la condición humana. Lo que siempre pueda dar de mi parte se dará y mas aún. Hay un pozo ciego en cada persona, creo verlo, siento sentirlo, ellos están allá, de a dos, de a tres de a a varios, ayer, hoy, mañana, en mi memoria, en mi contemplación del presente en lo que espero del futuro. Yo acá, solo, tratando de de crear, iluminado por la luz blanca del monitor, pues dense cuenta los demás y aprendan a crear lo que sea, simplemente crear. Ya no hay nada normal, nadie es normal, eso creo sentir, debo de tener la sensibilidad al máximo o debo estar en mi superávit de estupidez con la luna creciente, mi mente se complace en denunciar la desfiguración de lo real por que me cuesta asimilarme, asimilarlos, asimilarla, luchen, creen y enséñenme, extraños seres, finitos entes.




domingo, 4 de diciembre de 2011

Indeciso

 Una sola distracción y todos ellos se escapan invadiendo todo el perímetro del universo interior, y es curioso que sean unos cinco como mucho, cinco sentimientos entremezclados y difíciles de diferenciar entres sí. Pero si de ellos no evoca una decisión entonces todo estará perdido, y si al contrario, si se infla el pecho y se da el paso todo estará más perdido que nunca, pero es una perdición diferente, es una perdición en la que vale sumergirse. Por eso  es lógico que resulte mas interesante una persona que está perdida en la indecisión, pero que al mismo tiempo   intenta abrir la puerta de la otra perdición, una puerta de picaporte eléctrico. Para mas dificultad en esta forma de perderse hay que ordenar los sentimientos en fila india, abrir y cerrar la puerta, que pase sentimiento por sentimiento de a uno y en orden. Todos ellos estarán del otro lado contemplando más o menos lo que empieza a suceder del otro lado, es esa parte donde nos quedamos completamente solos con el quinto y último sentimiento.
            Ahí uno se queda un buen rato, en una inmensidad temporal de cinco segundos con él, de pronto evocamos las palabras, pues en este abrir solo ellas funcionan; necesito hablar con vos, de repente él se va, ese quinto sentimiento que se funde hacia adentro y se une con nuestra lánguida vos inicial:necesito hablar con vos, él se va, se muda de nuestra piel y se instala en el tono de nuestra voz. No interesa mucho lo que puede pasar después, se sabe que es una perdición, uno se pierde en los que se dirá y en lo que escuchará como respuesta, y sin saber como ni cuando los otro cuatro sentimientos se encontrarán nuevamente con nosotros, o quizá solo algunos de ellos, ninguno, bueno ninguno es imposible, pero un producto siempre resulta de un quiero hablar con vos.   Al encontrarnos todos juntos: Miedo, Seguridad, Deseo, Cariño, Ansiedad, Calma, la Alegría -que algunas veces  se cuela con otros compañeros mas, haciendo que todos juntos estén al mismo tiempo desconfiándose entre sí- se reúnen en un séquito interior. Hay que disciplinarlos, solo hay que ordenarlos, que pasen al otro lado, que se pierdan en otra dimensión, por que si no…
            Al carajo con las consecuencias, basta de finales, comienza la historia a mitad de página en un libro, abordémoslo….
….la muchacha contraponía sus dos espejos y en medio ponía su rostro, su cara se repetía en un número par, difícil de contar… 

martes, 15 de noviembre de 2011

CIento diez y ocho

El más pérfido enemigo 
el mejor aliado
el único quiero que mire detrás de la cortina
cuando mis deseos concluyan en algo
Salimos corriendo para ir a caminar
y fue tan poco lo que hablamos
y por cada sorbo, mirando la salida del bar
sintiendo la fuerza siniestra de naturaleza humana
se ancló, comenzó la invasión diaria de los recuerdos 
la ansiedad inevitable de volver a nuestra cárcel
girar la puerta, salir corriendo una vez mas
llegar, volver a la humedad
encontrarla en la cocina 
ella no estaba

el de siempre
el que levanta la cola de mi sombra
me dice: anda a dormir

la encontré en un sueño
pero no estaba en la cocina
era un sueño de naturaleza ordinaria
ahí radica su encanto, una especie de Ilusión 

Y todo vuelve a una normalidad 
una realidad que ni me la creo aunque la compro
está muy barata 
y así, mi mas pérfido enemigo me empuja
en la lucha de hacer lícita la dulzura del vino
retenerla en el recuerdo
juntar valor, retenerla entre sus manos







lunes, 3 de octubre de 2011

Guerra de ciegos contra ciegos -Pablo Roggeri-

Hagan lugar insectos que necesito descansar, esta cabeza pesa tanto y es tan pequeña, destrozarse es su deseo y aniquilar en su ansiedad y solo basta un poco de descanso y con estrépito caemos en las flores, un campo de lirios o en el éxtasis en un piso frío chocando nuestra lengua con la suciedad del suelo y quienes miran nada entienden. Los deseos atraviesan como bengala el principio y el fin de nuestro oscuro espíritu, una estela roja y brillante, una línea en nuestra inmensa finitud, los deseos se ponen de un lado y las conquistas futuras con sus rostros lívidos nos esperan del otro  y cuando nos acercamos a ellas su piel se vuelve pútrida y sus nalgas están decaídas y sus pechos entremezclados con la piel colgante, pero es tan fuerte su actitud de deseo y de ser deseados, de ser deseadas, de desear y dejarse conquistar de aniquilar y aniquilarse, lo sensible los ojos se pierde y queda una guerra de ciegos contra ciegos donde la aniquilación y el amor fundan un nuevo verbo. 

 

lunes, 12 de septiembre de 2011

Al último cajón

Al último cajón

Y de los tantos niveles a superar
en esta flamante extinción única
de un año excepcional
igual a todos los demás
de un triskel escondido en mis entrañas
encontraré mi sucio espejo
escupiré ese recuerdo azul
que sigue siendo un flojo presente
un futuro liberado
una triste recompensa

Y en al ansia de crear
ahora es ella que se me interpone
y me engaño vistiéndola de flores azules
por que soy un poeta que no encuentra
como vestir su inexperiencia
como ensuciar la transparencia húmeda
insoportable para si misma

Ese recuerdo azul no se puede quemar
Ni tirar al río
mucho es el presupuesto para un espíritu
tan flojo como volátil
perceptible hasta para el mas idiota
mucho es lo que necesita el espíritu
más fácil es mandarlo al último cajón

ahora ya no sé que hacer
y eso es una especie de tranquilidad incómoda
pero tengo mi valor
y la certeza
de que no aprendí a quedarme quieto





jueves, 28 de julio de 2011

Trescientas lunas

El alba amagó otra vez 
O  quizá
era una fogata sin apagar.
En un horizonte detrás mío
Será que tanta oscuridad
dibuja en el horizonte
líneas rojas, músicos de cuerda
y nada para decir
que pueda ser nuevo

Los pájaros aedos conocen
historias muy finitas
de héroes de poco combate
con larga experiencia
en la paciencia
teatro de operaciones
con Héroes licenciados
y al sonar el cuerno
los pocos, los muchos
están ahí
sus pupilas contraídas
su poca actividad
las armas relucientes no conocen de sangre
mas que las de propios accidentes
y de los sacrificios
y el desafilo
de sepultar con espadas
montones de esperanzas
que regadas con sal
crecen fuertes y son yerba mala


Son combatientes
Son diestros, necesitan poco
El mundo pueden arrasar
Se comieron un par de amagues
No queda nada, no había nada
Cuando llegaron ya todo había sido masacrado

Las flores se cerraron
Al mas mínimo aliento
De lobo
poco combate
En trescientas lunas

martes, 19 de julio de 2011

Bosquejo de Infinito

Esta vez amaneciste
presa de un vacío y de un eterno
un horizonte vasto con la claridad sin sol
una oscuridad sin sombra
y la melancolía de no temer a nada
los relojes descompuestos marcan siempre la misma hora
ya no te exita pensar en libidinosos pasados y porvenires
la vergüenza se desvaneció sin aire
la maternal mirada murió por inanición
el compás de los buenos augurios cerraron por quiebra
y sobra tanta tinta gris que puedes pintar esa planicie

Estás en la cúspide y la mejor vista
un lugar exepcional para ser testigo
pero:
de ahí nadie se puede bajar

lunes, 20 de junio de 2011

Sin descarte

En este atardecer 
siento que perdí tiempoo a la mañana
pero tal vez olvido
las horas sin complicaciones 
que al despertar y ver el mundo
se me presentaron como interminables 
un mundo que no comprendía
y que todavía no comprendo
que no es otra cosa que no comprenderme

En las años que siguieron al despertar y bostezar
al rodar sobre mi cama
al caminar sobre mi cuarto
al mirar a mis hermanas
el ver los autos sin conductores
al ver los pinos de mi ventana como amenaza
en ese amanecer que duró añitos
tuve lo mejor

Y entonces me corrijo: 
no perdí el Tiempo
no sabía que él existía.
Ahora lo tengo al lado mío
igual, según creo, va a estar al lado mío, no tiene apuros
y pienso en las cosas que podemos hacer juntos
siendo él  tan frágil como yo
de un vidrio tan finito
y una arena casi polvo.

En este atardecer
estoy sentado, meditando con él.
Podemos hacer tantas cosas
por que tantas cosas no pasaron
Y se hace imperioso conseguir una relojería
que esté abierta a ser bien recibido
necesito otro reloj
que adelantado o atrasado
corra junto al mío
necesito librerías y consejeros
necesito aconsejar y que me aconsejen
todo a forma de conquistas

Y lo extraño de todo esto
es que sigo estando sentado en este atardecer
miro a través de la  ventana y  no dejo de pensar
en empujar algún día a mi compañero
tan frágil él
solo un empujón y chau con él
chau con migo
el vidrio y la arena sobre el suelo
limpieza difícil para los que quedan
difícil es que no se corten

Así es la relación con mi compañero,
Lo observo.
su delgada y fina pasantía
deja pasar la sutil marcha de los hechos
a veces le tengo un futuro prometedor
y a veces no descarto un receso, en eterno silencio
al fin y a al cabo, es solo eso
una opción mas
que no puedo descartar.