lunes, 3 de octubre de 2011

Guerra de ciegos contra ciegos -Pablo Roggeri-

Hagan lugar insectos que necesito descansar, esta cabeza pesa tanto y es tan pequeña, destrozarse es su deseo y aniquilar en su ansiedad y solo basta un poco de descanso y con estrépito caemos en las flores, un campo de lirios o en el éxtasis en un piso frío chocando nuestra lengua con la suciedad del suelo y quienes miran nada entienden. Los deseos atraviesan como bengala el principio y el fin de nuestro oscuro espíritu, una estela roja y brillante, una línea en nuestra inmensa finitud, los deseos se ponen de un lado y las conquistas futuras con sus rostros lívidos nos esperan del otro  y cuando nos acercamos a ellas su piel se vuelve pútrida y sus nalgas están decaídas y sus pechos entremezclados con la piel colgante, pero es tan fuerte su actitud de deseo y de ser deseados, de ser deseadas, de desear y dejarse conquistar de aniquilar y aniquilarse, lo sensible los ojos se pierde y queda una guerra de ciegos contra ciegos donde la aniquilación y el amor fundan un nuevo verbo.