viernes, 9 de diciembre de 2011

Del insomnio

Traté de dormir, de buscar paz, solo encuentro demonios y bataolas con destajo de vientres de hombres que nacidos de otra forma podrían ser pintores, ganadores de récord con la ciruela mas grande del mundo, padres de familia de los que se escribe un libro y sin embargo nada es malo en el sueño nada está mal, nada está bien, la paz mental se desdibuja de significado y siento las arterias por estallar, la cama se agita con el latir del corazón que resuena al invadirse de un recuerdo incómodo de una realidad que nunca existió, tratando de canalizar tanto desorden en sujetos y predicados articulados con una lírica que trata de encausarse en la simple comunicación con otra finitud que se expresa recibiendo. Creo que debo abandonar la búsqueda de la paz --aunque mañana esté sobrio en la normalidad de la rutina que es el cáncer de esta sociedad de hombres potencialmente creadores-- que es un infinito imaginario, ya no sé lo que busco, solo creo estar agarrado a algo, con mi mano izquierda que es la menos fuerte, algo viscoso, tal vez la extremidad de un monstruo marino.


Palabra para naides

¿A quién le escribo en esta red del desinterés? A nadie y a todo, a la Academia de mi propia estupidez que fornica con mi ignorancia, que no se cuida y que nacen hijos deformes que abortados viven igual pero sin desarrollarse del todo. Mi cabeza se desplaza con tal velocidad que tengo que correr con mis piernas para ver su silueta que raudamente se escapa a varias cuadras en la diagonal, figurándome que los pensamientos están afuera, ¿donde se esconde el surrealismo?.
Pasan los días en esta pensión rodeada de vicios, de drogas y prostitución, alcohol y desvío de las tristes realidades. Ea! que tristeza es ver la condición humana en mi y en los otros y mis palabras deformes son todo lo que tengo mostrando solo una parcialidad de mi perversión mental siempre calculada para los fines mas mundanos, triste e irónica por que van de la mano es a veces la condición humana. Lo que siempre pueda dar de mi parte se dará y mas aún. Hay un pozo ciego en cada persona, creo verlo, siento sentirlo, ellos están allá, de a dos, de a tres de a a varios, ayer, hoy, mañana, en mi memoria, en mi contemplación del presente en lo que espero del futuro. Yo acá, solo, tratando de de crear, iluminado por la luz blanca del monitor, pues dense cuenta los demás y aprendan a crear lo que sea, simplemente crear. Ya no hay nada normal, nadie es normal, eso creo sentir, debo de tener la sensibilidad al máximo o debo estar en mi superávit de estupidez con la luna creciente, mi mente se complace en denunciar la desfiguración de lo real por que me cuesta asimilarme, asimilarlos, asimilarla, luchen, creen y enséñenme, extraños seres, finitos entes.




domingo, 4 de diciembre de 2011

Indeciso

 Una sola distracción y todos ellos se escapan invadiendo todo el perímetro del universo interior, y es curioso que sean unos cinco como mucho, cinco sentimientos entremezclados y difíciles de diferenciar entres sí. Pero si de ellos no evoca una decisión entonces todo estará perdido, y si al contrario, si se infla el pecho y se da el paso todo estará más perdido que nunca, pero es una perdición diferente, es una perdición en la que vale sumergirse. Por eso  es lógico que resulte mas interesante una persona que está perdida en la indecisión, pero que al mismo tiempo   intenta abrir la puerta de la otra perdición, una puerta de picaporte eléctrico. Para mas dificultad en esta forma de perderse hay que ordenar los sentimientos en fila india, abrir y cerrar la puerta, que pase sentimiento por sentimiento de a uno y en orden. Todos ellos estarán del otro lado contemplando más o menos lo que empieza a suceder del otro lado, es esa parte donde nos quedamos completamente solos con el quinto y último sentimiento.
            Ahí uno se queda un buen rato, en una inmensidad temporal de cinco segundos con él, de pronto evocamos las palabras, pues en este abrir solo ellas funcionan; necesito hablar con vos, de repente él se va, ese quinto sentimiento que se funde hacia adentro y se une con nuestra lánguida vos inicial:necesito hablar con vos, él se va, se muda de nuestra piel y se instala en el tono de nuestra voz. No interesa mucho lo que puede pasar después, se sabe que es una perdición, uno se pierde en los que se dirá y en lo que escuchará como respuesta, y sin saber como ni cuando los otro cuatro sentimientos se encontrarán nuevamente con nosotros, o quizá solo algunos de ellos, ninguno, bueno ninguno es imposible, pero un producto siempre resulta de un quiero hablar con vos.   Al encontrarnos todos juntos: Miedo, Seguridad, Deseo, Cariño, Ansiedad, Calma, la Alegría -que algunas veces  se cuela con otros compañeros mas, haciendo que todos juntos estén al mismo tiempo desconfiándose entre sí- se reúnen en un séquito interior. Hay que disciplinarlos, solo hay que ordenarlos, que pasen al otro lado, que se pierdan en otra dimensión, por que si no…
            Al carajo con las consecuencias, basta de finales, comienza la historia a mitad de página en un libro, abordémoslo….
….la muchacha contraponía sus dos espejos y en medio ponía su rostro, su cara se repetía en un número par, difícil de contar…