domingo, 26 de mayo de 2013

Sobre las aguas

Parado en la piedra del amanecer eterno
yo fijaba mi mirada en el epicentro de tu danza acuática
nadabas en un lago de serpientes
al son de Ludwig Van
mi roca cada vez mas chica
la corriente cada vez más fuerte
el agua cortaba mis pies
y las uñas se me desprendían
pero con la tranquilidad relativa
de saber que no hay otro final si no el desastre

Ya no queda lugar donde tallar otra vez tu nombre
y siempre es legal escribir encima
ya mis brazos se disolvieron en la espuma del éter nocturno
mis piernas quedaron undidas en el fango
mi tórax alimenta los intestinos de la gigante ave de rapiña
mi cabeza en un frasco
adorna el sótano de mi mejor enemigo

Pero mis ojos siguen en pie
saltando en la pequeña roca
a la son de Ludwig Van
te admiran
te vigilan
te ríen
te lloran
te admiran, te admiran

La música y el baile llegan a un final que no quiere terminar nunca
los instrumentos se tocan solos en el bosque
que se instalaron a un costado del mar
se congregan en auspicio de una fuerza oculta
invisible para el cosmos
pero tan real para mis ojos
como los es tu danza

Estallan las aguas por cada movimiento
la bruma se revuelve el la tormenta de las trompetas
danzas cada vez más ligero
no logro discernir tus piernas del Allegro
ya no puedo razonar
te admiro
te vigilo
te río
te lloro
te admiro, te admiro

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